Las mujeres tenemos un puesto importante en la lucha contra la opresión y la explotación. Desde nuestra mirada feminista socialista compartimos con el conjunto de la clase trabajadora el mismo enemigo: el capitalismo que, junto con el patriarcado, explotan a la mayoría de la población mundial y oprimen a las mujeres en los trabajos y en los hogares.
El 1° de mayo es considerado el Día del Trabajador en homenaje a aquellos miles y miles de luchadores que a lo largo de los últimos 200 años han peleado por los derechos de toda la clase trabajadora y por acabar con la explotación del hombre por el hombre.
Pero como parte de esa lucha también se han destacado muchas mujeres que suelen quedar olvidadas y ocultadas. Mujeres que han dado su vida para aportar a la organización y consolidación de un movimiento que pueda plantarse frente a los patrones, mujeres que han contribuido a la lucha de otras mujeres trabajadoras o que aportaron teóricamente en esa pelea.
Mujeres como la joven Eleonor Marx, quien en un acto por el Día Internacional de los Trabajadores y ante 250 mil espectadores agitó “Alzaos cual leones tras un largo sueño, en número invencible. Sacudíos vuestras cadenas y que caigan a la tierra como el rocío que durante el sueño se posó sobre vosotros. Vosotros sois muchos y ellos son pocos”.
O como Virginia Bolten, mujer valiente y decidida que tanto en Argentina como en Uruguay activó a las mujeres trabajadoras para que se organicen contra la explotación capitalista, y acuñó la frase de “ni dios, ni patrón ni marido” para que nada ni nadie oprima a las mujeres.
O como Flora Tristán, pionera en proponer una organización obrera internacional y quien insistía en que “la ley que esclaviza a la mujer y la priva de instrucción, os oprime también a vosotros, hombres proletarios. A vosotros obreros que sois las víctimas de la desigualdad de hecho y de injusticia, a vosotros corresponde, pues, establecer al fin sobre la tierra el reinado de la justicia y la igualdad absoluta entre el hombre y la mujer”.
Las mujeres hoy somos el 50% de la clase trabajadora y cubrimos los trabajos menos remunerados, peor calificados o no reconocidos socialmente. Somos las que trabajamos en las condiciones de mayor precariedad laboral, con contratos precarios o directamente sin registración. Somos las que presentamos altos índices de enfermedades como tendinitis, várices y hasta pérdida de embarazos, producto de las condiciones en las que trabajamos.
Y somos las mujeres quienes, luego de nuestros trabajos, volvemos a nuestras casas y realizamos prácticamente todo el trabajo no remunerado que implica las tareas del hogar.
Sobre nosotras también golpea las consecuencias de políticas que no fomentan el empleo, que desfinancian la educación pública (y no le otorgan el 6%) y que desmantelan la salud. Hoy el gobierno del Frente Amplio prefiere seguir beneficiando a los grandes capitalistas y a las transnacionales y exonerando sus impuestos mientras que las familias trabajadoras debemos afrontar las altas tarifas de los servicios y el transporte, y el aumento del costo de vida.
Nos van condenando lentamente a vivir en la marginación y de la asistencia social cuando sufrimos despidos y cierres de fábricas, como ocurrió en FRIPUR, La Spezia, Fiesta D’ Oro o Fleischmann.
Por eso, las mujeres trabajadoras tenemos muchos motivos para salir este 1° de mayo a defender nuestros derechos y enfrentar esta situación. Tenemos que organizarnos en nuestros lugares de trabajo, hacer asambleas y participar activamente en este día de lucha.
Pero necesitamos hacerlo críticamente, ya que la dirección del PIT-CNT no representa nuestros intereses, sino que parece estar más preocupada por apoyar al gobierno actual.
La dirección del PIT-CNT fue la que resolvió de forma burocrática que el 8M no podíamos parar 24 hs, lo que causó que varias de nosotras afrontaran sanciones y persecuciones en sus lugares de trabajo por haber parado 24 hs.
La dirección del PIT-CNT es la que permite que nosotras trabajemos en un nivel de precarización laboral terrible y con sueldos bajísimos. Y es la que nos dice “no hagamos olas” cuando queremos luchar, para no entorpecer la gestión del gobierno frenteamplista.
La dirección del PIT-CNT es responsable de que como clase trabajadora no hagamos nada frente a la Ley de Riego que privatiza el recurso del agua, o la instalación de UPM2 con las consecuencias en el medio ambiente y los contratos colonialistas pactados por el gobierno uruguayo.
El próximo período no será mejor para nosotras: los distintos sectores políticos, tanto del gobierno como de la oposición, ya están agitando la necesidad de aumentar la edad jubilatoria, reforzando sobre nuestras espaldas más años de trabajo y un desgaste mayor de nuestros cuerpos. Ya avisaron que en el próximo mandato deberán pagar los vencimientos de la deuda externa y sacarán el dinero del gasto público, ajustando más los magros presupuestos en salud y educación.
Las mujeres trabajadoras organizadas en sus lugares de trabajo son una fuerza imparable y fundamental para enfrentar la política de ajuste fiscal que se prepara. Para esto debemos recuperar los sindicatos y volver a ponerlos al servicio de la lucha por nuestras demandas. Y como parte de esta lucha, las mujeres debemos incorporar nuestras propias demandas como guarderías materno-parentales pagas por las patronales, licencias por enfermedad de nuestros hijos e hijas, derecho al día femenino o pensar cómo implementar medidas contra el acoso laboral y sexual en los trabajos.
Necesitamos luchar por conquistar una verdadera independencia política no solo del gobierno sino de los partidos del régimen para poder enfrentar el ajuste que se viene y prepararnos para futuras luchas. ¡No queremos tener las manos atadas para luchar por nuestros derechos!
Creemos que en el Acto del 1° de Mayo deben expresarse todas las opiniones y posturas ideológicas, y por eso rechazamos toda iniciativa que proscriba a cualquier sector por no ser afín al gobierno.
Tampoco queremos que en nuestro acto hablen sectores que contratan a trabajadores y trabajadoras de forma precaria, como hoy denuncia el SINTEP respecto de El Abrojo, que integra la Intersocial Feminista.
Asimismo, queremos manifestar nuestro enorme repudio contra el asesino, torturador y violador de Gavazzo que hoy la justicia lo vuelve a premiar quitándole la tobillera, además de contar con la prisión domiciliaria. No podemos menos que denunciar la impunidad reinante, mientras las ex presas políticas se van muriendo sin haber recibido justicia por las torturas y violaciones que recibieron en el marco de su detención.
En este día tan especial, nos hermanamos con las mujeres trabajadoras de todo el mundo que están en la primera línea de lucha contra las arbitrariedades que genera este sistema capitalista y patriarcal. Con las mujeres “chalecos amarillos” que ponen cada sábado en jaque al gobierno de Macron. Con las mujeres de Argelia y de Sudan que hoy se encuentran tomando las calles y volteando a los gobiernos que hundieron a miles y miles en la miseria. Con las mujeres de Argentina que ponen en marcha la marea verde en el hermano país en lucha por un derecho elemental como es el aborto legal, seguro y gratuito. Y las mujeres de Brasil que tienen el desafío de frenar al derechista Bolsonaro evitando que avancen aún más en la liquidación de los derechos conquistados con años de lucha.
¡Contra el avance de la derecha en América Latina, en defensa de los derechos conquistados y por nuestra verdadera emancipación social, las mujeres debemos dar un paso al frente y tomar en nuestras manos estas luchas!
Las mujeres tenemos un puesto importante en la lucha contra la opresión y la explotación. Desde nuestra mirada feminista socialista compartimos con el conjunto de la clase trabajadora el mismo enemigo: el capitalismo que, junto con el patriarcado, explotan a la mayoría de la población mundial y oprimen a las mujeres en los trabajos y en los hogares.
Y junto a la revolucionaria polaca Rosa Luxemburgo, luchamos “por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferente y totalmente libres”.