El racista Donald Trump ha anunciado el inicio de operativos para detener a miles de migrantes, ante lo cual se prevé una fuerte resistencia
Lunes 15 de julio de 2019 | Edición del día
Las amenazas del presidente estadounidense de detener y deportar a miles de migrantes, han activado las señales de alarma dentro de organizaciones defensoras de migrantes.
Trump anunció que a partir del pasado domingo 14 comenzaría a detener a migrantes. En voz de Sarah Pierce, analista del Migration Policy Institute, “el objetivo son familias que recibieron orden de deportación en los últimos 10 meses”.
La administración de Donald Trump, puso los casos de esas familias en expedientes de resolución acelerada y la mayoría de ellos terminaron en órdenes de deportación, la mayor parte de los expedientes corresponden a familias provenientes de Centroamérica.
Los objetivos de las medidas anunciadas son deportar a miles de inmigrantes en varias ciudades de Estados Unidos. Esos operativos han iniciado este domingo 14, según reportó The New York Times, que citó a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional.
Según este medio, las detenciones serán realizadas por agentes del servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) durante varios días y podrían incluir inclusive deportaciones “colaterales”, es decir, de personas que estaban junto a personas que son el “objetivo” de la deportación. Las deportaciones tendrán lugar sobre todo en Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva Orleáns, Nueva York y San Francisco.
Mientras tanto, autoridades de las ciudades santuario declararon que no colaborarán con la autoridad migratoria en esas medidas que significan redadas de detención contra migrantes en medio de una ofensiva xenófoba del trumpismo que busca afianzar a su reaccionaria base electoral rumbo a las elecciones presidenciales del 2020.
El racismo y la xenofobia contra personas que huyen de sus países producto de la miseria y la violencia que ha generado el capitalismo en Centroamérica y en México es sin duda expresión de la descomposición capitalista, los pobres que intentan escapar del hambre son quienes más sufren ante la administración de un millonario de ultra derecha apoyado por lo más reaccionario de las iglesias evangélicas y sectores conservadores en Estados Unidos.
