Este viernes, el Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos comenzó a deportar parte de los 800 menores que habían cruzado desde Marruecos hacia la ciudad de Ceuta en el norte de África. Se trata de niñas y niños no acompañados, que habían huido de su país buscando mejores condiciones para sus vidas.
Esto no es la primera vez que sucede, ya el año pasado se originó una crisis migratoria cuando centenares de personas, muchas con hijos y muchos eran niñas o niños solos, cruzaban a nado desde las costas de Marruecos hasta Ceuta, una colonia española que el Gobierno militarizó para impedir que ingresen a territorio español o a los que logran llegar tenerlos en campos de refugiados mientras negocia su deportación con el país de origen.
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Los migrantes no solo llegan de Marruecos a Ceuta, también a las islas Canarias, desde Senegal, Mauritania, Argelia. El imperialismo decadente del Estado español, viene sosteniendo la política de expulsarlos. Como dijo el año pasado el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska "nadie será trasladado a territorio peninsular español".
Para eso, por ejemplo en esta oportunidad, negocia con Marruecos para trasladar de a grupos a los menores. Esto lo harán día tras día. Según la información a la que pudieron acceder distintas agencias de información el reino de Marruecos se compromete a trasladar a las niñas o niños (en su mayoría son varones) a un centro de menores en Martil, cercano a la ciudad de Tetuán.
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Marruecos es cómplice de esta situación: familias enteras huyen de condiciones de vida miserables con al esperanza de que en Europa podrán tener un destino mejor, en muchos casos son los padres que envían a sus hijos adolescentes con la ilusión de que ellos puedan tener un futuro mejor. Save the Children -junto con el defensor del pueblo español- denuncia que España no respeta los convenios internacionales que el mismo Estado suscribió, por los cuales no pueden trasladar a menores si eso va en desmedro del interés de la niña o niño.
Además la ONG también aclara que uno de cada cuatro chicos ha llegado a España huyendo de situaciones de violencia, explotación laboral, sexual o maltrato.
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El Gobierno "progresista" de Pedro Sánchez y Unidas Podemos muestra la cara más reaccionaria del imperialismo español, con la militarización y expulsión, esta vez de menores, en la isla africana de Ceuta.