La historia de cooperación militar del Estado Chileno con potencias imperialistas tiene casos insignes, como con Estados Unidos (por ejemplo en Haití o incluso con comandos mercenarios en Irak) y Reino Unido (las Malvinas durante la dictadura de Pinochet). ¿Hacia dónde apunta Boric en una eventual expansión del conflicto?
La historia de cooperación militar del Estado Chileno con potencias imperialistas tiene casos insignes, como con Estados Unidos (incluso con comandos mercenarios en Irak) y Reino Unido (las Malvinas durante la dictadura de Pinochet).
Para nombrar un caso reciente y cercano, en Haití el Estado Chileno desembolsó una suma de 170 millones de dólares durante 13 años desde 2004 en las denominadas “Misiones de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití”. En febrero de ese mismo año en el que la marina norteamericana secuestró al presidente electo de Haití declarando que había renunciado. Allí mediante las fuerzas armadas y policías, el Estado de Chile se aventuró para ayudar a estabilizar el país bajo influencia norteamericana.
Hoy, la situación en Ucrania con un conflicto entre Putin invadiendo por un lado y la OTAN encabezada por Estados Unidos, buscando mantener su avance hacia el este de Europa (sobretodo en los países que estaban bajo la esfera de influencia de la ex URSS), ha hecho volver el fantasma de la guerra y las decisiones militares en los distintos estados.
Lejos de ser una lucha de Rusia por “acabar con los batallones de extrema derecha”, o de ser una lucha de la OTAN por “mantener la democracia de Ucrania”, ambos bandos persiguen intereses capitalistas en una de las zonas claves para el paso energético hacia Europa.
Lo cierto es que de uno y otro lado del mundo los diferentes gobiernos han ido alineándose a los bandos y otro tanto han hecho diferentes organizaciones políticas y personalidades. Así mismo lo ha hecho el presidente electo Gabriel Boric, twitteando desde su cuenta personal el discurso del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, un presidente electo el 2019 con un discurso anti casta pero que rápidamente se alineó a los intereses de la OTAN.
Como futuro Presidente de Chile recomiendo encarecida% se tomen 9 minutos para ver este discurso del Presidente de Ukrania @ZelenskyyUa al pueblo de Rusia. Desde América del Sur vaya nuestro abrazo y solidaridad al pueblo ucraniano ante la inaceptable guerra de agresión de Putin. https://t.co/SJWOJyNYHm
— Gabriel Boric Font (@gabrielboric) February 27, 2022
En suma, dice apoyar al pueblo ucraniano, pero a la vez comparte un discurso de corte emocional que hace Zelenski, un presidente alineado con los intereses de la OTAN, con los del imperialismo norteamericano y contrarios a los intereses del pueblo ucraniano. Es un lavado de cara bajo el argumento de que “apoya al pueblo de Ucrania”.
Al momento de escribir ésta nota, ya había concluido la primera reunión entre Ucrania y Rusia mientras las tropas rusas seguían avanzando en Kiev. Durante el día Alemania ya había anunciado que prácticamente duplicaría el gasto militar y modernizaría las Fuerzas Armadas, en un aumento de rearme histórico, todo con la excusa de la guerra en Ucrania.
Las tensiones militares aumentan en un punto geopolíticamente estratégico y por el momento no pareciera que la situación tenga un cierre pronto. Los signos que dan figuras políticas como Boric anticipan probables alineamientos y el presidente electo ya estaría entregándonos esos primeros signos de sus posiciones en política exterior y subordinación a la potencia norteamericana a tan solo días de asumir como presidente.